En boca cerrada no entran moscas… ¡Pero sí pollas!

El coño de Lia M. es tan estrechito que a la pobre le cuesta ponerse a follar. Eso sí, en cuanto tiene una polla delante, empieza a lubricarse de tal manera que se va dilatando poco a poco hasta permitir que le entre la polla más grande que imaginéis. Por eso la vais a notar un poco acojonada al principio del vídeo…

Pero eso sabe compensarlo con la cara de guarra que tiene. Fijaos bien en su boca, esos labios habrán lamido miles de pollas a lo largo de su vida. Es por eso que de tanto succionar se ha puesto tan flaquita, la muy perra no tiene ni un gramo de grasa. Os daréis cuenta mejor cuando se ponga en el sofá a cuatro patas y se la claven por detrás. Al hombre no le hace falta ni empujar, él se queda quieto con su estaca erecta y ya se encarga ella de moverse de adelante atrás.

Para terminar, cómo no, abre bien su boca y deja que se le corran en su garganta mientras hilos de semen se le escapan por las comisuras de los labios. Pero qué cerda es Lia M. Nos encanta.

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