A Ana Rivera no le gusta el rock, pero sí las pollas

Ana Rivera se aburre viendo a este rockero tocar su guitarra eléctrica. Ella es una chica de barrio, poligonera, le gusta el house, el tecno, y pasa del rock. Pero no de las pollas. Y este rockero tiene una polla lista para disparar. Por eso le pide que deje la guitarrita y saque su pistola para echar un polvo en el sofá. Él no es ningún actor porno, es más bien su primera vez delante de las cámaras, por eso le da vergüenza. Pero en cuanto le deja a ella llevar las riendas del polvo, todo va sobre ruedas.

Ana comienza comiéndole la polla para ponérsela a punto, después le obliga a meterle la lengua por su coñito y cuando ambos ya están bien lubricados, comienza el espectáculo. Ella se pone con el culo en pompa y él comienza a perforarla con unas buenas envestidas. Sin duda el mejor polvo que ha echado este hombre en su vida (y que echará).

Y como guinda final, Ana abre su boquita y le pide literalmente que “le dé su leche” sin ni siquiera quitarse las Rayban. Menuda cara de guarra, normal que su amigo no tarde ni dos minutos en correrse en su boca.

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