La estaca de Max Cortés

Parece que Max Cortés ha encontrado la horma de su zapato. Iba tranquilamente paseando con su coche cuando ha visto en la cuneta de una carretera a dos golfas follando en su coche, sin pensárselo dos veces, ha bajado de su cochazo, y las ha cogido para meterlas en la parte trasera de su su coche y llevárselas a un lugar más apartado.

Ellas, que se follarían a una farola si hace falta, no ponen ninguna pega, es más, casi no le dan tiempo ni a presentarse al bueno de Max porque antes de que se dé cuenta ya le están comiendo la polla. Hay que decir que las rocas de una acantilado al lado del mar no es el lugar más recomendable para follar, pero qué coño, Max es un profesional. Así que se las folla bien folladas por el culo hasta dejárselos como la bandera de Japón y después se corre en sus bocas.

El muy cabroncete las deja ahí en pelotas y se pira corriendo. Pero no os preocupéis seguro que el primer coche que las vea haciendo autostop las recoge a cambio de algo…

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