Aprovechando los últimos días de sol
El mundo se está volviendo loco, estamos casi en noviembre y sigue haciendo un calor de la ostia. Por eso, y antes de que llegue el fin del mundo (cualquier día de estos), hay que aprovechar al máximo hasta el último rayo de sol para ir a la playa. O eso es lo que piensa Jordan Perry, esta madrileña de treinta años que no le dice nunca no a una buena polla.
Por eso, cuando un desconocido se le acerca y le propone echar un polvo, ella accede con la única condición de echarlo a la orilla del mar. A él le parece un poco raro, pero bueno, cosas más raras se han visto. Se la lleva hasta allí en coche, buscan un rincón un poco escondido, y ale, a follar como cerdos. Además ella no tiene límites en el sexo, por eso le pide que se la meta por el culo y le folle sin compasión. El hombre no da crédito y el pobre se termina poniendo más cachondo de lo normal y no puede evitar la ganas de correrse.
De modo que se quita el condón, se pone de pie con las pelotas apoyadas en la barbilla de Jordan y descarga en su boca toda la leche que tenía guardada para ella.
Aprovechando los últimos días de sol,