¿Lucía Lapiedra o Míriam Sánchez?
Antes de verla ahí sentada haciendo el ridículo en el programa de “Mujeres y hombres y viceversa”, Miriam Sánchez se ganaba la vida enseñando ese par de melones y comiendo pollas a mansalva. Su nombre artístico era Lucía Lapiedra, lo heredó del primer director de cine
porno con el que trabajó, Ramiro Lapiedra, que por aquel entonces era su pareja y que invirtió mucho en una operación de marketing antes incluso de su incursión en la pornografía. Pronto se hizo famosa gracias a sus apariciones en programas como Crónicas Marcianas y a las portadas que copaba de revistas como Primera Línea.
Incluso Nacho Vidal se interesó por sus curvas y llegó a rodar dos escenas con ella, haciendo que saltara a la fama definitivamente y bautizándola a lechazos. Tríos, lésbicos, anales con el hermano de Dinio, squirtings, Lucía le daba a todo. Pero su carrera se torció cuando empezó a aparecer más en las revistas del corazón que en las pornográficas, en gran parte por su noviazgo con Pipi Estrada y se convirtió en una máquina de facturar dinero y vender intimidades, hasta llegó a ganar una edición del programa Supervivientes gracias a las virtudes de ese ajustado tanta que se gastaba que conforme ella iba adelgazando se volvía más ancho y dejaba entrever más.
Desde aquí queremos decirle que nunca es tarde para volver al porno, sobretodo si tienes dos tetas como ella y esa carita de guarra. Así que, Míriam déjate de tonterías y vuelve a ser Lucía.
Ahora mismo la vemos cada semana en el programa Mira Quien Salta y podemos comprobar cómo le han crecido las tetas y el culo en todo este tiempo, las primeras por obra de la cirugía y el segundo se debe a su condición de madre que le ha convertido en toda una milf de los pies a la cabeza.