Así se gana el sueldo la enfermera Lola
Lola aprobó enfermería por los pelos. La verdad es que ninguna clínica con dos dedos de frente dejaría a ningún paciente bajo sus cuidados, pero sorprendentemente en esta clínica privada la han contratado. Ella ya deja la razón muy clara al principio, “a los médicos les vuelven locos sus tetas”. Encima los escotes que lleva la muy puta tampoco ayudan demasiado para que sus pollas permanezcan en sus pantalones.
Por suerte ella es ninfómana perdida, por eso cuando hay poco trabajo va a hacer una visita a sus dos 
compañeros preferidos, si están ociosos como ella se acaban yendo a alguna habitación para emplear el tiempo en algo productivo. Follar. Lola se quita su ropa y deja que hagan con ella lo que quieran, menos dar por el culo todo lo demás está permitido. Los médicos aprovechan para masajearle bien las tetas, meterle la polla en su boca y clavársela por el coño, para después correrse encima de ella.
Esperemos que Lola se dé una duchita antes de seguir con su jornada laboral, no vaya a ser que algún resto de semen caiga en alguno de sus pacientes y la liemos.