
Abella Anderson quiere ser tu perra
Venga, todos los hemos soñado alguna vez. Estar sentado en pelotas en una silla con la polla erecta, esperando a que una guarra como Abella Anderson se acerque andando a cuatro patas hacia ti. Pues a ella le encanta hacerlo, le gusta tanto, que no suele ni cobrar por hacer escenas como ésta. Eso sí, el hombre tiene que quedarse quieto y dejarle trabajar a ella.
Algo que parece casi imposible cuando este monumento te mira con esa cara de zorra mientras su lengua recorre tu polla desde las pelotas hasta la punta del glande. Este hombre no ha podido más y ha acabado cogiéndola para llevársela a la cama, allí le ha puesto el culo en pompa y la ha empalado hasta el fondo. Pero antes de correrse en su culito, ella se levanta, se arrodilla frente a su estaca y abre su boquita para que no se derrame ni una sola gota de su zumo recién exprimido.
Otros como nosotros tendremos que seguir esperando a que se cumpla el sueño, mientras tanto siempre podemos ver cómo se lo hace a otros mientras nos hacemos un buen pajote.